Cuando el ego te engaña: "La resignificación del éxito”.

Durante muchos años pensé que el éxito se medía en títulos laborales, viajes de trabajo y símbolos materiales. Después de casi una década en la industria automotriz, llegué a lo que yo creía que era “el siguiente gran paso” en mi carrera.

Tenía más responsabilidades, largas horas de trabajo, constantes viajes y hasta una camioneta asignada. Desde afuera todo parecía perfecto: estabilidad, prestigio, crecimiento. Pero la verdad era que esa camioneta ni siquiera era mía, el sueldo era el mismo y cada día me estaba costando MUCHA VIDA.

En el fondo, yo sabía que no era feliz. Me engañé a mí misma creyendo que todo eso era el éxito, cuando en realidad estaba atrapada en una rutina que drenaba mi energía, mi tiempo personal y mi salud.

Con el paso de los meses, la presión y la desconexión de lo que realmente me hacía bien me llevaron directo a mi segundo ataque de burnout. Mi cuerpo me gritaba que algo estaba mal, pero mi ego insistía en mantener una fachada de logro.

Lo que me sostuvo en esos días complicados fue sin duda el amor de mi esposa, la compañía incondicional de mis perritas, el apoyo de mis amigas y de mi familia, y mis escapadas al bosque. Ellos me recordaban que la vida tenía otro ritmo, otro sabor y otro sentido más allá de la carrera profesional.

Ese fue un momento clave para darme cuenta de que muchas veces lo que parece éxito es solo una máscara. Aprendí que:

·       No todo lo que brilla hacia afuera representa plenitud hacia adentro.

·       A veces lo que el mundo aplaude, tu alma lo rechaza.

·       El verdadero éxito no es tener más, sino vivir en coherencia con quien eres y lo que valoras.

Soltar esa etapa no fue fácil. Significó cuestionar creencias muy arraigadas, romper con expectativas externas y, sobre todo, atreverme a mirar hacia adentro. Pero también fue la puerta que me permitió redescubrir lo que de verdad me da sentido: el bosque, el bienestar integral y la libertad de construir un camino propio.

Hoy entiendo que el ego me hizo creer en un éxito que no era mío. Soltarlo fue la decisión más valiente que he tomado. Porque al final, para mi el verdadero éxito está en vivir en calma, con raíces firmes y con la libertad de florecer

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Como la naturaleza forjó mi camino